La decisión de comenzar una transición hacia una alimentación vegana y libre de productos de origen animal viene no solo desde un acto de empatía, sino desde una consciencia por la vida y una postura ética.
Familias de todo el mundo pueden pensar que cuando algún miembro de la familia, en cualquier edad, decide optar por una alimentación vegana, se trata de una etapa pasajera. Sin embargo, algunas otras deciden de forma acertada apoyar este estilo de vida y esforzarse por comprender el trasfondo que tiene una decisión alimentaria así.
Aquella etapa en la que lxs niñxs van al colegio es crucial debido a que su proceso de aprendizaje se desarrolla de forma constante. Es una edad para conocer, explorar y definir sus preferencias. Debido a lo anterior, muchas instituciones educativas alrededor del mundo han optado por brindar más opciones de alimentación a sus estudiantes.
España fue el primer país en establecer por ley la obligatoriedad de las opciones veganas en lugares públicos como hospitales, universidades y comedores escolares, esto se dio gracias a un informe realizado por Familias Unidas por un Menú Vegano Escolar (FEUMVE), en el cual se demostraron los grandes beneficios que conllevaba la inclusión vegana en los comedores escolares.
La aprobación de los menús veganos para niñxs es un tema que roza lo controversial, ya que se suele pensar de forma errónea que este tipo de alimentación puede llegar a perjudicar su proceso de crecimiento. Nada más lejos de la realidad, pues la alimentación basada en plantas es apta en cualquier etapa del ciclo de la vida, desde la lactancia hasta la adultez.
La co autora del libro 'Alimentación Vegetariana en la infancia', María Manera, afirma que: “la ingesta energética y nutricional es, en general, adecuada, y los indicadores de crecimiento y de salud son equiparables, e incluso en algunos parámetros mejores, a la población infantil que sigue dietas omnívoras”
Adaptar los menús escolares para ofrecer mayor variedad de alimentos no es muy complicado, la solución se reduce a la sustitución de alimentos de origen animal por otros que equiparen su valor nutricional. Así mismo, los beneficios que involucra una alimentación 100% vegana se reflejan en la reducción de enfermedades no transmisibles como la diabetes y algunos tipos de cáncer, así como también ayuda para la prevención de enfermedades cardiovasculares.
La implementación de los menús veganos con alternativas alimenticias en las instituciones educativas de Colombia es perfectamente viable y con algunos esfuerzos puede llegar a ser una realidad, no solo para crear un cambio cultural, sino también para generar en el país mayor inclusión a una población que no siempre es tenida en cuenta para la toma de decisiones alimenticias en los establecimientos que frecuentan.
Colegios en Bogotá como el Helvetia, Colegio Tilatá y el Colegio Buen Consejo ofrecen menús veganos y vegetarianos analizados previamente por nutricionistas. Por otro lado, en Medellín, gracias al Acuerdo Municipal 076 se promueve desde el 2017 una alimentación verde en todo el municipio y sus entidades descentralizadas.
Actualmente, el grupo de investigación de Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Antioquia está realizando una investigación llamada “Estado nutricional y alimentación en niños vegetarianos en el Valle de Aburrá”. Esta investigación requiere de niñxs entre los 6 meses y 12 años de edad que hagan parte de una familia denominada vegana o vegetariana. Si quieres participar escribe a los correos briana.gomez@udea.edu.co o valentina.rodriguez2@udea.edu.co
¿Te gustaría que más instituciones educativas de Colombia tuvieran un menú basado en plantas?